¿ES BOSWELLIA LA NUEVA CÚRCUMA?

Pues bien, resulta que los científicos descubrieron que en lo que se refiere a los mecanismos de acción, ambas plantas son iguales. De hecho han sugerido que en conjunto, las dos pueden tener efectos más poderosos  para aliviar distintas dolencias. Incluso los resultados son más efectivos que si se emplean por separado.

¿Qué es la boswellia?

Conocida como boswellia serrata, se trata de una hierba originaria de la India. También es llamada incienso indio. Esto último porque los habitantes de ese país la utilizan para hacer incienso. La boswellia, desde hace miles de años ha sido usada  como una planta curativa. Especialmente en el tratamiento del dolor,  la artritis, fiebre y enfermedades del corazón.

Como ya mencionamos esta planta proviene de la India, de hecho surgió en las regiones secas de ese país. Sin embargo ha logrado extenderse por otras regiones de África del Mediterráneo. Hay aproximadamente 40 especies de boswellia, pero solo  30 son aceptadas como tal. Y el incienso solo puede ser obtenido de 4 de las especies aceptadas.

Una planta para cientos de enfermedades y dolencias

Por muchos años esta planta ha gozado de una gran popularidad. Principalmente por los cientos de uso que se le han dado para el alivio de diversas enfermedades y dolencias.  De hecho fueron precisamente esos usos y popularidad lo que   llevo a los científicos a hacerles diversos estudios para comprobar sus propiedades.

Y gracias a estas investigaciones pudieron determinar que las propiedades que tiene la boswellia contribuyen notablemente a mantener un cuerpo sano.   He aquí algunos de los beneficios que proporcionan esta planta:

Ayuda a mejorar la artritis: Esto lo  logra gracias a  sus acciones antiinflamatorias que contribuyen a aliviar el dolor, así como también reducir la hinchazón. Esto se traduce en una mejora  de la movilidad en la artritis y la osteoartritis. De hecho se demostró que los efectos de esta planta son similares a los medicamentos recetados.

Es eficaz como antiinflamatorio: La boswellia tiene una fuerte acción como antiinflamatorio. Es por eso que resulta eficaz para el tratamiento de enfermedades antiinflamatorias del intestino como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. En el caso específico de esta última la planta funcionó tan bien como otros tipos de medicamentos.

Resulta muy bueno para tratar problemas respiratorios: bronquitis, asma, tos y trastornos respiratorios,  son alguna de las enfermedades que pueden ser tratadas con esta planta. Un estudio demostró  que las personas que tomaron 300 mg de ella tres veces al día mostraron mejoras significativas. Principalmente en la respecto a los ataques y en la respiración

Inhibe el crecimiento del cáncer: Un compuesto que contiene la boswelli, llamado triterpenoide, demostró tener propiedades antitumorales. Es por eso que su uso ayuda a disminuir el crecimiento agresivo de tumores en células de cáncer de mama. También  contribuye a suprimir la progresión del cáncer de páncreas y la metástasis. 

Todo a través del ácido boswellico

De acuerdo a los resultados de los diversos estudios, el ácido boswellico es el responsables de  los beneficios antiinflamatorios de la boswellia. Son ellos los que al parecen actúan de varias maneras para ayudar a inhibir el crecimiento del cáncer. Y además pueden ayudar a prevenir el cambio al ADN e inducir la apoptosis de las células cancerosas.

Además son ellos los que ayudan a modular el proceso inflamatorio que conduce al asma a mejorar los síntomas. También son estos ácidos los que posiblemente actúen de varias maneras para ayudar a inhibir el crecimiento del cáncer.

Conclusión

La boswellia es una planta prodigios que bien vale la pena a la mano. Sus propiedades resultan útiles para tratar diversos malestares y enfermedades. Esta ha sido industrializada y hoy por hoy es posible encontrarla capsulas, tinturas, suplementos y polvos

Aunque las recomendaciones pueden variar de un paciente a otro por lo general  los especialista a instan a no exceder la dosis de 300 mg diarios. Sin embargo, lo mejor es acudir al médico para que haga una evolución exhaustiva antes de mudarse.