ESTIMULACIÓN MAGNÉTICA TRANSCRANEAL (EMT): ESPERANZA CONTRA LA DEPRESIÓN

Se sabe bien que la principal causa de la discapacidad entre las personas de 15 y 44 es la depresión. Si bien existen una gran variedad de tratamientos efectivos para la depresión, los enfoques de primera mano como los antidepresivos o la psicoterapia, no funcionan con la misma eficiencia en todos los pacientes.

Se presume que dos tercios de las personas que padecen de esta condición, no obtienen ningún alivio con estos tratamientos antidepresivos. Después de dos meses de tratamiento, al menos algunos de los síntomas reaparecerán en estas personas. Por lo general cada medicamente subsiguiente aprobado es cada vez menos eficiente que el anterior. Lo que provoca un aumento progresivo de la depresión.

¿Qué pueden hacer las personas con depresión cuando no responden a los tratamientos de primera línea?

Durante algunas décadas, la terapia electroconvulsiva, TEC o terapia de electro choque, fue el estándar de oro para la depresión resistente al tratamiento. Incluso algunos especialistas consideran que sigue siendo el método más afectivo para combatir la depresión. Motivo por el cual continúa utilizándose regularmente en los territorios del país.

A pesar de ellos muchas personas no se muestran resistentes a la terapia de electro choque, debido a los efectos secundarios que puede provocar en el paciente. Puede perjudicar la memoria y la cognición. Para aquellos pacientes que no han tenido éxito con ninguno de los tratamientos tradicionales, como las pastillas, la psicoterapia o el TEC, existe un tratamiento más nuevo, llamado estimulación magnética transcraneal. (EMT)

¿Qué es la estimulación magnética transcraneal?

El TMS es un tratamiento no invasivo de estimulación cerebral que está brindando buenos resultados. Los dispositivos funcionan completamente fuera del cuerpo y sólo afectan la actividad del sistema nervioso central Se aplican potentes campos magnéticos a áreas específicas del cerebro, que se saben involucradas en la depresión.

El TMS no requiere anestesia local, y en general, es tolerado de forma eficiente por los pacientes. Sus efectos secundarios también son más llevaderos que los de los otros tratamientos conocidos. El más común es el dolor de cabeza, durante o después del tratamiento, que además es poco frecuente.

El efecto secundario que más problemas ha generado, y a su vez polémica, son las convulsiones. El TMS puede no ser apropiado para personas con un riesgo alto de epilepsia, antecedentes de lesiones en la cabeza, o problemas neurológicos graves, ya que puede colocar en riesgo la salud del paciente.

¿Funciona la estimulación magnética transcraneal?

Un gran porcentaje de personas que padecen de depresión han intentado y no han logrado recibir los beneficios de los medicamentos, en una respuesta clínicamente significativa con TMS. Alrededor de un tercio de estas personas experimentan una remisión completa, es decir, todos los síntomas desaparecen por completo.

Es importante reconocer que los resultados, a pesar de ser alentadores, no garantizan permanencia. Como todos los tratamientos contra la depresión, hay una alta tasa de probabilidades de que el paciente tenga una recaída. Sin embargo, una gran cantidad de pacientes, sienten y han manifestado que los efectos luego de un tratamiento exitoso con TMS son mucho más duraderos.

Muchos de estos pacientes luego de un año libre de depresión, optan por regresar al mismo tratamiento. Para aquellas personas que no lograron responder efectivamente a la TMS, la TEC sigue siendo un tratamiento efectivo, y se sigue considerando ya que es un método efectivo de combatir la depresión.

¿TMS puede ayudar con otras condiciones?

Este nuevo tratamiento médico está siendo estudiado a profundidad. Se pretende implicar en una amplia variedad de tratamientos con la esperanza de obtener resultados alentadores que ayuden a mejorar la calidad de vida del paciente. Se busca librarse de efectos secundarios de los que traen algunos de los tratamientos ya conocidos.

Abordar los trastornos neurológicos, el tratamiento del dolor y la rehabilitación física, además de la psiquiatría, parece una posibilidad viable. Aunque puede parecer que ofrece muchas ramas para estas investigaciones, el TMS no ha sido aprobado para estas investigaciones y se le considera “fuera de etiqueta”.