ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS SON MÁS PROPENSOS A CONTRAER MENINGITIS B

Aunque todos podrían tener dicho microbio, un nuevo análisis informó sobre un grupo en específico que corre un mayor riesgo. El hallazgo indicó que los estudiantes universitarios son más propensos a contraer meningitis B. Los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos estuvieron a cargo del proyecto.

Resultados de la investigación

Luego de investigar a un grupo de jóvenes el análisis arrojó resultados impresionantes. Los especialistas descubrieron que los estudiantes entre 18 y 24 años tenían 3,5 más probabilidades de contraer meningitis B. Esto en comparación con sus compañeros que no asistían a la universidad. Esto alarmó a la comunidad, pues es necesario que todos se vacunen.

La inyección contra la enfermedad debe administrarse antes de ir a la universidad. Así terminarán con que los estudiantes universitarios son más propensos a contraer meningitis B. Los expertos aseguraron que esta infección es poco común, pero es muy mortal. El paciente puede experimentar inflamación del revestimiento del cerebro y la médula espinal.

Robert Glatter, médico del Hospital Lenox Hill en Nueva York, explicó sobre las posibles consecuencias. Subrayó que esta enfermedad puede llevar a una sepsis meningocócica. También el paciente está propenso a bacterias que invaden el torrente sanguíneo. Cuando ambas secuelas se combinan son letales en menos de 24 horas.

Estudiantes son vulnerables

La hipótesis entorno a que los estudiantes de las universidades poseen mayores probabilidades de tener la enfermedad lleva tiempo. Esta es una preocupación, ya que los jóvenes son vulnerables. Debido a que la bacteria vive en la nariz y garganta y se propaga por algún contacto. El contagio puede ser por toser, besar o estornudar.

Es notorio que algunos estudiantes universitarios viven juntos y otros comparten bebidas y utensilios. La tesis fue apoyada por la profesora del Colegio de Medicina Baylor, Lucila Márquez. La especialista reiteró que una cantidad de muchachos que cursan la universidad habitan en residencias con compañeros. Lo cual corren más el riesgo de infecciones.

El estudio también indicó que se segmentó a la población cuando la vacuna contra la bacteria se habilitó por primera vez en el 2015. Los jóvenes universitarios, en ese entonces, no fueron marcados como un grupo de alto riesgo. Por ello, no se les sugirió que fuesen vacunados durante las jornadas que se efectuaron de rutina.

Importancia de la vacuna

Márquez enfatizó que es indispensable que los muchachos universitarios estén vacunados. Ya que es la única forma de prevenir la bacteria. Dicha inyección puede proteger entre el 10% y 15% al grupo de pacientes que terminan muriendo debido a la infección. Mientras que también respalda a los que logran sobrevivir, evitando posibles consecuencias.

Un tercio de las infecciones a causa de la meningitis B se genera en jóvenes estadounidenses. Sobre todo en los que tienen alrededor de 16 a 23 años, según el estudio realizado. Los padres deben estar pendientes del suministro de las vacunas y deben sentirse seguros de la misma.

Casos estudiados

En el análisis se identificaron 166 casos con pacientes que presentaban enfermedades con esta bacteria. Entre ellas las de tipo B, C y también Y. Las infecciones se presentaron en los años 2014 y 2016 entre los muchachos estadounidenses de 18 y 24 años. De dicha cantidad, 83 eran alumnos pertenecientes a una universidad.

De los que resultaron infectados, más de las tres cuartas partes tenían meningitis B. Los jóvenes que no asistían a la universidad presentaron estas infecciones en menos del 40%. A pesar de ello, los riesgos de contraer esta enfermedad continúan siendo bajos en la población en general.

Las instituciones encargadas del hallazgo indicaron que en el 2016 se observaron 370 casos de esta infección. En esta cantidad se incluyen todas las edades de pacientes residentes en Estados Unidos. Los especialistas hacen un llamado a la  población a que se vacunen. Sobre todo los jóvenes universitarios al ser un grupo de alto riesgo.