“La ingesta de 4 tazas de café al día es beneficiosa para la salud de la mujer.  La ayuda a correr un 20% menos de riesgo de contraer accidentes cerebrovasculares”, así lo dio a conocer un estudio realizado por Gary Clark, publicado en febrero de 2009. Editado el 3 de marzo del mismo año Por Journal of The American Heart Association.

Para tal efecto en Boston, el profesor Rob M. Van Dam, asistente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, realizó un nuevo estudio. Con ello pretendía evaluar el vínculo consumo de café en las mujeres y el riesgo de accidente cerebrovascular.

Inició su investigación indagando en datos de enfermeras y sus estudios de salud en los años 1980 hasta 2004. Eran basados en 83.000 mujeres con un promedio de 55 años de edad.

¿Qué consumieron las mujeres objeto a estudio?

Las participantes no presentaron algún historial de enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, u otras.  Ellas cada 4 años completaban cuestionarios para conocer sus frecuencias en alimentos. Las encuestas arrojaron que el 84% tomaba su café con cafeína todos los días. El periodo de estudio abarcó 24 años y de allí se evidenciaron 2.280 casos de accidentes cerebrovasculares.

También arrojó el estudio que más de la mitad de estos casos fueron accidentes cerebrovasculares isquémicos, es decir que hubo oclusión de las arterias encefálicas, Bloqueo del bombardeo de los vasos sanguíneos.

¿Qué dicen los coautores?

 Ellos infieren que las mujeres que ingirieron el café diario, en dosis de 4 tazas, redujeron en un 20% su riesgo de derrame o apoplejía. Todo esto en comparación con las  que tomaron solo una taza por mes. Esta teoría demuestra  todo lo contrario de lo señalado por Van Dam. Que sugiere que la ingesta de café puede ser causa de enfermedades cerebrovasculares.

Pero ¿Surtirá igual efecto en fumadoras?

Dicho efecto, luego de la prueba indica que no aplica para fumadoras. Entonces cabe la duda entre ellos ¿Cuál será el componente del café  que trabaja en función del beneficio de estos riesgos? Pues, aun no lo han descubierto y como ellos mismos lo señalan faltarían muchas otras investigaciones que cooperen en darnos esa respuesta.

Apreciaciones antagónicas

Mientras otras investigaciones no demuestren científicamente qué componentes del café ayudan al beneficio de esta situación cerebrovascular, Van Dam, insiste en el daño que puede causar la cafeína en el ser humano. Para él la ansiedad, presión arterial alta, insomnio, pueden verse afectados de forma negativa por la ingesta del café.

Conclusión

Se necesitan más investigaciones para asegurar la premisa qué relación hay entre la ingesta de café y el riesgo de un accidente cerebrovascular. Aunque él asegura que sus datos son realmente convincentes y que no se encontró asociación alguna entre el alto consumo de café y el mayor riesgo de un ACV.

Lo que si se tiene claro es que, si a ti te gusta el café, disfrútalo, pero mantén una actividad física acorde y una alimentación adecuada.