Telomerasa, enzima de la inmortalidad

En los resultados de la investigación, se ha dado un descubrimiento impresionante, el cual logra realizar un paso crucial en los ciclos de la enzima Telomerasa. Esta acción permite determinar la capacidad que dicha célula posee en la sintetización del ADN. Fue llevada a cabo por el profesor Julian Chen, forma parte de la Facultad de Ciencias Moleculares de la Universidad Estatal de Arizona.

Dicho experto, descubrió que la enzima telomerasa posee a capacidad de sintetizar segmentos de 6 nucleótidos de ADN en los extremos del cromosoma, en una serie de repeticiones, logrando de esta manera la inmortalidad de todas las células. El conocimiento sobre el mecanismo de acción de dicha célula, genera nuevos caminos hacia las terapias antienvejecimiento de gran eficacia.

Es de destacar, que todas las células en el organismo humano no pueden ser renovadas durante toda la eternidad, ya que son meramente mortales. Esto, fue demostrado por Leonard Hayflick el siglo pasado, en donde tal límite, denominado con su mismo nombre, se relaciona con la cantidad de repeticiones de ADN en los extremos cromosómicos que portan el material de la genética.

Por lo tanto, dichas repeticiones de ADN forman estructuras protectoras de cobertura llamadas telómeros, y estos protegen dichos extremos, de cualquier reordenamiento no deseado o que desestabilice el genoma humano, a causa de material genético inestable. Esto es una de sus funciones más importantes, y que se deben resaltar en dicha característica.

El ADN telomérico sufre contracciones cuando una célula se divide, por lo que los extremos del cromosoma no pueden ser asegurados. Esto puede provocar la creación de una especie reloj molecular, que marca el final del crecimiento de estos elementos. Dicha capacidad, en menores proporciones, se asocia con los procesos de envejecimiento, y una población menor de células provoca debilidad, enfermedades y la falla del organismo.

A niveles moleculares, existe un perfecto método de antienvejecimiento

La telomerasa, posee la única clave en el organismo capaz de revertir el proceso de envejecimiento celular. Esto lo hace a través de los telómeros y su alargado, añadiendo repeticiones de ADN perdidas dándole mayor vida a la célula, de un modo efectivo. Esta actividad es insuficiente en una recuperación completa, pero puede ser el inicio de grandes ventajas.

Es de resaltar, que la reducción de los telómeros afecta a las replicaciones de las células madre adultas, y las que restauran tejidos y órganos que se envejecen en el organismo. La actividad de la telomerasa en dichas moléculas, ralentiza el reloj biológico, y no inmortaliza por completo las estructuras mencionadas.

El resultado de esto, es que las células madres adultas se agoten, provocando que los ancianos tengan cicatrizaciones más lentas y una degradación del tejido orgánico por poblaciones de origen celular inadecuadas. Aunque estas rejuvenecen a los componentes celulares del cuerpo, pueden generar ciertas consecuencias si se abusa de ellas en grandes cantidades.

Una de las complicaciones, es que las células cancerosas, que hacen uso de la telomerasa, mantengan su crecimiento aberrante y destructivo. Es por ello que la regulación de dichas funciones debe ser precisa, y recorrer un camino que se encuentre entre el desarrollo del cáncer y el rejuvenecimiento celular. Siendo este último el objetivo.