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Posted on May 04, 2018, 10 p.m.
La depresión ha sido una condición del ser humano, que se ha visto trabajada en los últimos años. Un grupo de científicos descubrió unos genes que pueden aumentar la posibilidad de desarrollo. Sin embargo, el verdadero problema viene con los posibles tratamientos actuales para la depresión.
Las terapias antidepresivas no funcionan de la misma forma para todos los pacientes. Si un tratamiento tiene 100% de efectividad en un grupo, no garantiza su éxito para otros. Por esto, la medicina se ha visto en un viacrucis para abordar este tópico tan crítico, en los últimos años.
Desarrollo de la depresión
Hasta hace poco, no se conocía mucho sobre esta condición, por su poca profundización investigativa. En un consorcio global, llevado a cabo hace poco, se descubrieron más de 40 genes que contribuyen al desarrollo de la depresión. Al menos 30 de ellos, no se identificaron antes en otros estudios.
La depresión se ha vuelto tan viral, como un resfriado. Esta condición ha alcanzado a afectar hasta el 15% de la población adulta del mundo. Esto según los datos de la Organización Mundial de la Salud. De ahí el motivo de enfoque de tantos investigadores para encontrar sus posibles causas.
Al comprender mejor la causa y el funcionamiento de la depresión, se tomarán mejores medidas. De esta forma, se podrán desarrollar nuevos tratamientos que puedan ser más efectivos. A su vez, habrá más variedad para someter a los pacientes al que le brinde mejores resultados a corto y largo plazo.
Es bien sabido que muchos pacientes con depresión, al cabo de un tiempo, recaen. Incluso, se vuelven inmunes al tratamiento con el que lograron salir de la condición. De aquí la necesidad de encontrar más y mejores tratamientos para todos los pacientes que sufren de depresión.
El problema de tratar la depresión
Abordar esta condición es todo un desafío, ya que menos de la mitad, muestra buenos resultados. La terapia con medicamentos y la psicoterapia, no tiene el mismo nivel de efectividad en todos los pacientes. Y por este motivo, en un principio, no se le dio tanta importancia.
Comprender cómo afecta la depresión al cerebro y al cuerpo del paciente, es la clave. Sólo así se logrará desarrollar un tratamiento efectivo. Pero a pesar de los años de esfuerzo, la ciencia médica no ha logrado obtener muchos resultados. Su mecanismo biológico, sigue siendo todavía un misterio para los especialistas.
La relación de la depresión con otras condiciones
Los genes que se asocian con la depresión, guardan una relación con otras afecciones psiquiátricas. Entre ellas se encuentran la esquizofrenia, el trastorno bipolar y el insomnio. Esto explicaría un poco, la razón por la cual ciertos medicamentos son poco efectivos.
Estos hallazgos genéticos, le permiten intuir a los investigadores la ineficiencia de algunos medicamentos. La dopamina y la adrenalina es lo que se usa para combatir esta condición. Pero otras variantes genéticas, no guardan relación con los neurotransmisores. De ahí la complicación médica.
Otras causas de la depresión
Aunque muchas veces la depresión está ligada con los genes, existen otras causas. Puede deberse al estrés o a una especie de trauma psicológico. Esto son los casos más fáciles de abordar, pues siguen siendo flexibles a los tratamientos posibles. El estilo de vida puede afectar también, la condición de la persona.
El problema de los tratamientos para la depresión
La mayoría de los tratamientos para la depresión, se descubrieron hace unas décadas. El problema, es que no fue una investigación dedicada a la depresión, la que dio luz a sus tratamientos. Fue un descubrimiento accidental. Por este motivo resultan tan poco efectivos en los pacientes.
En la actualidad, la búsqueda racional sobre sus posibles causas, es la esperanza para la cura contra la depresión. Esta condición puede ser la causa de incapacidad mundial número 1, en algunos años. Por ello, se ha invertido tanto en los últimos años, para dar con otros tipos de tratamientos.
